Tal como España en Sudáfrica 2010, Alemania
es el equipo que más se acerca al todo en la Copa del Mundo. ¿Qué es lo que
falta para ser todo? Ganarle a Argentina. Dueño de un equipo inmemorial,
Joachim Low ha formado un muro de Berlín durante sus ocho años de mandato. La
historia moderna de esta brillante selección empieza cuando quedó eliminado en
primera ronda de la Eurocopa 2000; las
autoridades teutonas se dieron cuenta de que con el físico y la potencia ya no
alcanzaba para ganar, y a todas esas condiciones innatas que tienen los
deportistas de aquel país, le agregaron una sine qua non: la técnica
individual, tan despreciada en estos tiempos.
Ser una de
las potencias económicas más grandes del mundo es una ayuda de enorme valía
para los europeos porque pueden mantener a la mayoría de sus jugadores en la
liga local, en este caso la Bundesliga. Nueve de los once titulares juegan en
su fútbol, seis de los once juegan en el mismo equipo: Bayern Munich.
En el equipo más tradicional es donde hay que
detenerse para analizar uno de los porqué Alemania juega al fútbol como lo
hace. Un conjunto con estilos de tres técnicos distintos:
·
Jupp Heynckes, formador del Bayern campeón de
absolutamente todo, un equipo sensacional capaz de golear y pisar a cual rival
se le cruce en el camino. “La Máquina Trituradora” desplazó al Barcelona en el
trono de mejor equipo del mundo.
·
Josép Guardiola, llegó al equipo Bávaro
a mediados de 2013, recibiendo de Heynckes “un equipo perfecto”, como él mismo
lo declaró. Sin quitarle las cosas buenas que tenía, le agregó otras muy
interesantes: el achique, la defensa en línea casi en mitad de cancha y el
arquero líbero y el juego de posesión y posición fueron los principales aportes
del Pep.
·
Joachim Low, gran seleccionador. Si bien
tiene casi todo el trabajo hecho, ha adaptado jugadores viejos con jóvenes,
Bayern Munich con Borussia Dormunt, experiencia con juventud y ésta será su
segunda final al mando del país teutón, la otra en la Eurocopa 2008 ante
España. Logró el tercer puesto en Sudáfrica 2010 y también en Alemania 2006,
pero esa vez como ayudante de Jurgen Klinsmann.
Se pueden
reconocer perfectamente los tres estilos en esta Alemania. Los ataques por las
bandas y sostenidos, la pasividad, paciencia y no desesperación, la concepción
del todo, la pelota parada. Y también, las cosas que se traen desde la cuna: la
potencia, la fuerza, la mentalidad ganadora, la altura, el físico, el
temperamento y por sobre todas las cosas, la confianza y la personalidad.
Alemania
llegó con una enorme ventaja respecto a las otras selecciones que se arrimaron
a Brasil a disputar la Copa del Mundo, pero ésta vez hay que centrarse
específicamente en el partido de mañana. Lo principal en todo equipo es el
conocimiento, repetir movimientos, sistema, conocerse lo es casi todo en el
fútbol, y los muchachos se conocen de memoria. Argentina también se conoce,
tiene un técnico que sabe perfectamente virtudes y defectos propios y ajenos, y
ha sido superior a todos los rivales con los que se enfrentó en el Mundial.
Ningún equipo ha hecho pata ancha contra la selección de Sabella, y eso es algo
fundamental, porque para salir campeón de un Mundial no hay que ganarles a
todos, sino a los que te toquen.
El factor
equipo es alemán, el factor individualidades es argentino. Si Di María y Messi están
bien físicamente –cosa de la que no se puede dar fe por lo que todos saben-
Argentina puede lastimar al equipo teutón. ¿Por qué? Porque son jugadores
desequilibrantes, rompedores de esquemas y de líneas. Con un picador al espacio
como Higuaín y una defensa en línea como la alemana, se puede desnivelar, pero
para eso será fundamental la rapidez y precisión que puedan tener los hombres
de mitad de cancha para adelante.
El aspecto
físico también es alemán. Pese a quien le pese, los europeos han jugado sólo 30
minutos ante Brasil, y Argentina lo hizo 120 y un día después. Y con la carga
emotiva y anímica que conlleva disputar tiros desde el punto del penal.
Alemania es un equipo de tenencia y transiciones, transiciones rápidas y efectivas,
desde el minuto uno de la semifinal se podía notar cómo pasaban de defensa a
ataque con total facilidad y en tan poco tiempo.
Al fútbol
se gana con goles, por eso es de vital importancia tener jugadores que lleguen
y conviertan, y Alemania tiene en sólo dos jugadores 26 goles en la historia de
los Mundiales: Miroslav Klose 16 y Thomas Muller 10. Entre todo el equipo
argentino no llegan a la mitad de ellos dos en la máxima competencia. Además de
esos terribles delanteros, los tres veces campeones del mundo cuentan con
volantes que pisan permanentemente el área: Kroos, Ozil, Khedira y
Schweinsteiger tienen enorme capacidad para encontrar los espacios y ubicarse
en el área para definir.
En el juego
aéreo los teutones sacan una pequeña diferencia por sobre Argentina. La
selección nacional es muy fuerte a la hora de defender y atacar la pelota
parada. Ambos cuentan con buenos ejecutantes y mejores cabeceadores, la mínima
diferencia la sacan por la altura y cuando no pueden romper el cero a través
del juego, lo hacen mediante ésta vía. El equipo del centro de Europa convirtió
goles provenientes de pelota quieta en varios partidos: Portugal, Ghana,
Estados Unidos, Francia y Brasil.

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