La
entidad ubicada en barrio La República se recuperó gracias a
los vecinos. Lucas Del Toro, técnico y dirigente, habló de todo
Los vecinos de Barrio La República decidieron hacer algo más, decidieron ayudar, incluir, actuar. Esa gente humilde se llenó de coraje e ilusiones para volver a darle la impronta a su club, a su espacio, a ese lugar donde los chicos se divierten con amigos y aprenden un deporte. El club El Federal había pasado de ser un espacio de recreación para convertirse en un bunker para la venta de droga, pero con la ayuda de la gente y la unión con otros clubes pudo salir adelante. Lucas Del Toro, técnico y dirigente de la entidad, habló sobre su actividad al mando de chicos que empiezan a jugar al fútbol y también tocó a fondo el tema del resurgimiento del club del oeste, del cual participó activamente. Patín, vóley y actividades artísticas son otras patas fundamentales para el crecimiento social.
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¿Cómo es tu trabajo en el club?
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El trabajo es mancomunado. Trabajamos con chicos muy chicos, la
escuelita empieza desde los cuatro, cinco años. Lo hago ad honorem
porque es el club donde me crié, donde tengo mi grupo de amigos y
siempre hay que darle una mano porque es especial.
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¿Con chicos de qué edad te manejás y cómo es tu tarea en la
dirigencia?
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Yo trabajo con chicos desde los cuatro años hasta los doce, no se
habla mucho de táctica porque es algo recreativo. En cuanto a la
dirigencia, somos un grupo de trabajo que trabaja en forma horizontal
y cada uno opina lo que le parece, no tenemos presidente. En el
último tiempo me incluyeron y es algo que me gusta, es un proyecto
serio y la gente es confiable. Este es un club que se utilizó para
cosas bastante malas como es el tema de las drogas y con la
colaboración de todos los vecinos pudimos recuperarlo, sacar a los
chicos de la calle y tratar de sacarlos de un ámbito malo, para
llevarlos a un ámbito social y de amistades como lo es un club de
barrio.
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¿Cómo fue la recuperación que hicieron los vecinos del club?
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Fue bastante dura. La droga se había instalado en el barrio, los
chicos estaban en cosas raras, eso influyó en el barrio también.
Pero los vecinos nos fuimos juntando y con decisión sacamos esto
adelante.
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¿La idea es formar grandes personas?
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En todos los clubes de barrio se prioriza el tema de la personalidad,
el trabajo colectivo y las amistades. Además, el club trata de
incluir no sólo con el fútbol. Tiene patín y vóley para mujeres.
Le damos mucha importancia al arte, hay talleres de música y dibujo.
Tratamos de hacer torneos, partidos, torneos internos y sobre todo
formar grandes equipos, a nivel cantidad.
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¿Cómo se está trabajando en las categorías más grandes?
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Hay que hacer una gran diferencia, cuando sos más chico se trata de
incluir y de enseñar. Intentamos jugar por el piso, hacemos
ejercicios tácticos. Esperamos año a año la sumatoria de chicos,
los vamos formando y a mayor edad se hace más difícil, pero
nosotros hacemos hincapié en el trabajo durante la semana, se
prioriza al que viene a practicar por sobre el que juega mejor, sobre
todo para darle un incentivo.
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¿Creés que el barrio mejoró con la reapertura del club?
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Siempre se puede mejorar. Hemos hecho un gran avance, un gran paso
adelante con la reapertura del club, la iniciativa fue de un gran
grupo de gente para apostar a la inclusión para que los chicos dejen
la calle y cambien las malas costumbres por las buenas. Con la
colaboración de las madres, de los padres y de la gente se mantiene
al club vivo. La idea es inculcarle a los chicos los valores del
barrio, códigos.
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¿Cómo se solventa el club? ¿La liga le da el apoyo económico?
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La cuota es de cinco pesos, y se hace difícil, pero la gente
colabora, hacemos rifas, sorteos. Se complica pero siempre hay que
trabajar, remarla y lo fundamental es nunca bajar los brazos.
Emiliano Caravante
