viernes, 22 de agosto de 2014

Se fue la segunda

    La segunda fecha del torneo argentino ofreció más de lo mismo. Boca ganó jugando un partido horrible, sin embargo Bianchi dijo que “el equipo jugó un buen partido”…cosa de todos los domingos. Newell’s  se transformó en un equipo que sólo tiene la pelota y esta vez no pudo con Gimnasia en el Coloso Marcelo Bielsa. Le vendría perfecto al juego del equipo de Raggio – que se guardó el último cambio vaya a saber por qué- un reloj de 24 segundos como sucede en el básquet. Mucha posesión, nula profundidad. Cosa de todos los fines de semana.

   Central, fiel a su historia, hizo agua en el Monumental y se salvó del papelón gracias al arquero Caranta y a la ineficacia de los delanteros riverplatenses para concretar aún más goles. Russo planteó un partido idéntico a los otros 17, o sea, todos los partidos iguales menos el clásico, ese sí, se prepara y se gana, los otros no.

    Lanús ciclotímico perdió en Rafaela, Estudiantes sólido y ordenado le ganó al Manchester de Avellaneda (que querían hacer creer los medios porteños), Racing despachó sin problemas a un San Lorenzo borracho, pasado de copas y el otro líder, Vélez Sarsfield, coronó su segunda victoria en fila tras vencer a Arsenal.

     Lo llamativo y hasta incluso divertido de este segundo capítulo del Ramón Carrillo fue la incapacidad de algunos jugadores para definir situaciones fáciles frente al arco vacío. Eso por un lado, y por el otro, la sorpresiva aparición de los colombianos de Olimpo.


     Errados de lujo:


                                              Brian Fernández, Defensa y Justicia.



Miguel Ángel Borja, Olimpo de Bahía Blanca.


                                                  

                                          Ariel Rojas, River Plate.

   

    Walter Perazzo, director técnico de Olimpo de Bahía Blanca, es un viejo sabio en el tema de reclutar jugadores jóvenes, conoce el paño de las divisiones juveniles y esa es una ventaja fundamental con respecto a los demás entrenadores. En un pasado no muy lejano puso el ojo en José Antonio Valencia -hijo del Trencito- y le salió de maravillas, el cafetero que ahora milita en Rosario Central fue el goleador aurinegro en el torneo anterior y permitió que el club de Bahía se quede en primera división.
     
    La historia con los colombianos parece seguir vigente. En el Sudamericano Sub 20 jugado el año pasado en Argentina, se lució un tal Mauricio Cuero, sobre quien el DT de Olimpo posó sus ojos.


 A pesar de haber marrado semejante ocasión, Miguel Borja hace goles de enorme jerarquía:

  

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